Masaje Shantala
El masaje Shantala es una técnica antigua cuyo origen es la India, que ha sido transmitida de generación en generación de madres a hijas. En los años 60 fue incorporado al mundo Occidental por el obstetra francés Frédérick Leboyer, precursor del parto sin violencia, quien en un viaje a la India observó a una madre realizar unos masajes a su bebé. El Dr. quedó impresionado al ver los efectos terapéuticos de ese masaje y decidió darlo a conocer en Europa; a partir de ese momento y bajo el nombre de Shantala, en honor a una madre Hindú que conoció en dicho viaje, cuyo nombre era Shantal. Te parece nutrititivo ser recibido así?
Leboyer se preguntó: ¿Qué comienza con la vida? y se respondió, “Lo que comienza es el miedo: el miedo y el niño nacen juntos. Miedo a un mundo desconocido.
Y en este proceso se juegan dos cosas fundamentales.
La primera es el grado de confianza o desconfianza con que se va a relacionar, primero siendo bebé recién nacido con su mamá y su papá, con familiares cercanos, más tarde con las amistades y, de adultos, con las personas con las que se relacione en intimidad sexual.
La segunda es la capacidad de comunicarse, apoyarse emocionalmente y acariciarse en la intimidad sexual.
Los bebés que al nacer necesitan de cuidados neonatales por cualquier motivo, serán menos acariciados, tocados y mimados.
Las personas que no han recibido caricias y afecto de pequeñas, presentan serias dificultades en su madurez, para manifestar su amor por los demás, con los problemas que esto acarrea.
El contacto corporal desde el nacimiento es tan vital como el oxígeno. Esa caricia, además de comunicación primaria que da seguridad y bienestar durante el primer año de vida, envía señales al cerebro que activan respuestas de crecimiento y garantizan un desarrollo saludable.
Una caricia revitaliza y se nos devuelve en forma de energía.
Tocar el cuerpo como un instrumento delicado de música es tocar el SER.
Asi es el Tacto Essencia
Una piel que se toca se vuelve más receptiva y sensible, afloja toda la tensión, disminuye el miedo, se recupera la capacidad de sentir.
Cuando los centros cerebrales del placer están privados de caricias tenemos dificultades para experimentarlo; la necesidad insatisfecha genera frustración, desconfianza en nosotros mismos y en los demás, y puede tener como consecuencia actitudes violentas.
La caricia pone en marcha las secreciones glandulares que influyen en la homeostasis (equilibrio de nuestro medio interno).
La persona acariciada se siente reconfortada y cuidada.
Las caricias:
• Refuerzan nuestra identidad.
• Aumentan nuestra sensación de autoestima.
• Hacen que nos sintamos queridos.
• Nos alejan de la soledad y nos acercan a los demás.
• Nos tranquilizan.
• Nos permiten recuperar el placer de nuestro cuerpo.
• Mejoran nuestra sexualidad.
• Crean lazos de unión, nos dan cohesión, sentido de pertenencia.
• Nos aportan felicidad.
• Hacen que nos sintamos protegidos.


¿Has sido acariciada de pequeñita?
¿Sabes que puedes recuperar la sensación de acogimiento y protección y estar más segura en la Presencia de Ser y vivir en tu cuerpo?
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Este masaje para adultos lo incorporo en Tacto Essencia y talleres de Biodanza. Es posible que de bebe no has recibido caricias de bienvenida, por condicionamientos culturales o familiares…Cuando eres acariciado, acariciada con presencia y respeto, el centro del pecho se abre y es más sencillo acceder a la memoria celular para soltar resistencias. Al principio cuesta pues la piel es un límite y una barrera para no ser dañados, pero tampoco podemos entonces sentir el placer de estar vivos. Necesitamos recuperar este vínculo olvidado o no practicado, como una manera genuina de Amarnos y expresar sanamente el Potencial que Somos.
También se recupera el Arte de acariciar con la mirada y el corazón si no hay acceso directo a la persona, ya que todo es vibración..
Habitar mi cuerpo y sentir como la barrera se diluye, ha abierto un camino muy auténtico conmigo misma y los demás. ~Marian