Pulsando corazones
Acompañando el misterio de la vida desde el instante sagrado de su inicio.
El origen del latido
Pulsando Corazones nació en un momento de transición profunda, mientras me despedía de mi compañero de vida y esperaba la llegada de un nuevo nieto.
Entre el dolor y el milagro, algo se abrió: un pulso, una certeza silenciosa, una forma de acompañar la vida en sus umbrales más sagrados.
Años atrás, ya había sentido este llamado cuando asistí al nacimiento de un bebé en casa, como una iniciación. Después llegaron las formaciones, la experiencia como doula. Y como no, el ser madre y abuela.
Pero lo que sostiene esta propuesta no es un título. Es el latido de haberlo vivido.
Hoy sé que lo más valioso que puedo ofrecer no es una técnica, sino mi presencia: una forma de estar, de acoger, de sostener… pulsando desde el corazón.
Una manera de acompañar
Acompañar sin dirigir ni controlar. Simplemente estar presente en lo que ES, libre de juicio y expectativas, con la escucha abierta y el corazón disponible. Cada mujer, cada familia, cada proceso de nacimiento tiene su propio pulso, y lo único que necesita muchas veces es ser sostenido en su verdad.
Esta manera de acompañar invita a crear un espacio donde todo pueda ser sentido: el amor, el miedo, el cansancio, la sombra, la alegría, la transformación. Me apoyo en las vivencias integradas de ser madre, abuela, doula, y lo que en todo este viaje de vida me ha aportado —biodanza, yoga, masaje metamórfico, comunicación no violenta, respiración, meditación— herramientas al servicio de lo que emerge.
Y la Luz principal que mee guía, es la presencia y el corazón despierto. Una forma de mirar, de tocar, de escuchar, de sostener… cuando todo se está moviendo por dentro.
Un mismo latido, en distintos tiempos
Antes de concebir
Es el tiempo de mirar hacia dentro y escuchar el propósito. Sentir si hay espacio y disponibilidad para recibir. Observar la historia familiar, los hilos invisibles que nos preceden, y reconocer que concebir no es solo un acto biológico, sino también emocional y espiritual. Aquí acompaño el encuentro con ese sentido profundo.
Durante el embarazo
Es un tiempo de transformar la espera en presencia. El cuerpo cambia, la vida crece, y el vínculo comienza a latir con fuerza. Acompaño a la mujer, la pareja y la familia a escuchar lo que surge, a confiar en el cuerpo y en su sabiduría natural, a descansar y abrirse al fluir de lo nuevo. Cada instante es una preparación amorosa para recibir.
Después del parto
Es un tiempo intenso, donde la llegada del bebé despierta cansancio, emociones y nuevas formas de estar. Acompaño el vínculo madre-bebé, el reacomodarse del cuerpo, la lactancia, los ritmos que cambian y la necesidad de sostén para toda la familia. No siempre hacen falta respuestas; lo único esencial es presencia y cuidado.
Qué aporta este acompañamiento
Este acompañamiento no ofrece recetas ni soluciones mágicas.
Lo que ofrece es presencia viva, sostén y espacio seguro para atravesar uno de los tránsitos más delicados y sagrados de la vida.
Cuando hay confusión, cansancio o emociones desbordadas, estar acompañada puede cambiarlo todo.
Desde la presencia amorosa, muchas mujeres comienzan a reconectar con su cuerpo, a descansar de la exigencia, a confiar en su propio pulso y a reconocer que no están solas.
Lo que suele emerger en este espacio es:
- Confianza interior
- Claridad emocional
- Vínculo con el cuerpo
- Presencia amorosa
- Sentirse sostenida
- Alivio, ternura y descanso
Para quién es
Este espacio es para ti si estás viviendo un momento en el que la vida se abre paso dentro o fuera y sientes anhelo, sentido, movimiento de ir más allá
- Tal vez estás deseando concebir y te asoman preguntas, memorias, emociones que no sabes bien de dónde vienen.
- Estás embarazada y algo dentro te dice que este tiempo merece ser habitado con más presencia, más consciencia, más suavidad.
- Quizás ya has parido, y el cansancio, la intensidad o la fragilidad de este nuevo estado te desbordan, y solo necesitas alguien que te escuche, que esté.
Este acompañamiento es para da apoyo a la Vida, no solo como un proceso físico, sino una travesía del alma. Y poder vivirla acompañada, sin juicio, sin exigencia, con presencia amorosa y verdadero cuidado.
Si algo de todo esto resuena contigo, si estás viviendo este tránsito y sientes que te vendría bien estar acompañada, puedes escribirme. Estoy aquí.