Senda Dorada
Un viaje simbólico hacia tu Esencia, danzando en espiral , renaciendo desde el pulso del Corazón.
Recorriendo tu mapa interior
La Senda Dorada es un viaje desde la Presencia, un territorio a explorar desde la contemplación.
Un encuentro hacia lo más profundo, donde habita tu Esencia viva y late tu Sabiduría Original.
Tu eres tu propio guía, danzas tus ritmos, contemplas tus paisajes internos, abrazas las curvas y los vacíos existenciales. Todo es bienvenido. Lo que ves y sientes y el propio misterio que se revela en su momento.
Tres frecuencias, un mismo llamado
3 Pulsos que despiertan lo que eres
Pulsar Rojo
Descubrir tu propósito
Es la chispa que enciende el camino.
Una llamada a recordar para qué viniste, desde el cuerpo, desde el pulso, desde tu historia.
Activar lo dormido… y comenzar a caminar.
Pulsar Verde
Abrir el corazón, integrar la herida
Es el espacio del Renacer.
Allí donde la herida se transforma en puente, y el amor empieza a abrazar lo que fue separado.
Danza, vínculo y presencia para volver a sentir.
Pulsar Azul
Liberar tu prosperidad
Es soltar la idea de escasez.
Reconectar con la fuente, habitar el flujo, abrir los canales y confiar en la Vida. Porque lo esencial no se conquista: se permite.
Cómo se vive este viaje
Cada encuentro abre un espacio de intimidad y confianza.
Un tiempo para recogerse, escuchar y compartir desde lo auténtico.
No se trata de técnicas rígidas ni de aprendizajes teóricos.
La propuesta es vivencial: pequeñas dinámicas y retos sutiles que nos ayudan a fortalecer el vínculo con nosotros mismos, con los demás y con la Vida.
La Senda Dorada integra y actualiza distintos enfoques —Biodanza, Diseño Humano, Gene Keys, Biogeometría Cuántica, el Juego Essencial— que se entrelazan de forma orgánica. Es un entramado vivo que se adapta al pulso del grupo y al momento.
Todo es bienvenido: lo que reconoces, lo que aún no sabes nombrar, lo que pide expresarse y lo que anhela silencio.
La experiencia es moverte entre esas frecuencias con la confianza de estar sostenido.
Se trata de recordar lo que ya habita en ti.
Y dejar que la presencia compartida lo despierte.
Puede ser un viaje conjunto grupal y también un recorrido individual.
Si sientes el llamado, déjame tu correo y te aviso del próximo encuentro de la Senda Dorada