Y cae la suave lluvia, que me cala profundamente, y limpia mis memorias. Colores y más colores se desdibujan, para luego ordenarse en un Gran ArcoIris.


Y recuerdo esas cuevas profundas naturales que en México se llaman Cenotes, como manantiales subterráneos, una belleza y algo Sagrado de la Naturaleza, sobre todo para los nativos que honraban a la Madre Tierra.
